En esta ocasión me encargaré del montaje de los arcos y bóvedas que quedan, incluídos los arcos de piedra de la prisión y las dos bóvedas con trampilla.
El trabajo se presenta más delicado, ya que uno de los arcos de piedra (el primero que construí) está pegado de forma permanente a la base, así que el perfil de la cobertura va a quedar bastante irregular.
Decido proceder por etapas, montando las bóvedas en tres piezas distintas que podré juntar en un segundo momento. Ésto me hará el trabajo más fácil cuando se tratará de dar los toques finales a las paredes y a la prisión.
Al mismo tiempo me dedico al prolongamiento de los pozos, que deberán alcanzar el nivel de la planta baja. De momento coloco una linea de ladrillos sobre las dos circumferencias y refuerzo el extradós de las bóvedas con una pincelada de cola blanca.
Cuando todo esté bien seco, es hora de barnizar. El proceso es el mismo de la otra vez: una capa de esmalte / polvo de cemento / una capa de aceite / secado.
Pero antes hay que corregir las imperfecciones de los muros donde éstos no coinciden perfectamente con las bóvedas.
Unas pequeñas tiras de Das serán suficientes.
Así es como queda el sótano justo antes del barnizado (la mitad izquierda ya está terminada).
En las dos últimas imágenes, un par de fotos hechas con el barniz aún húmedo.
Para poder considerar terminada la construcción del subterráneo y cerrar definitivamente el embovedado, aún me quedan por hacer un par de cositas... pero puedo afirmar que el 90% del trabajo ya está hecho.
¡Hasta la próxima!
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