(esp) M.S.Tour 2011 - Day 7: Ventimiglia

Despertamos temprano y con el sentimiento de no haber reposado suficiente, pero queríamos continuar nuestro viaje, así que había que solucionar el problema del acelerador. Cerramos el coche y nos preparamos para caminar hacia la ciudad màs cercana, Ventimiglia. Anduvimos durante 2 km atravesando un largo túnel bajo el pitido de los coches que pasaban, de paso, salvamos a una preciosa mariposa que encontramos  herida en el camino, una buena señal para comenzar un dìa imprevisible.
Llegamos a la entrada de la ciudad donde unos amables lugareños nos recomendaron un mecànico para arreglar el Xantia. Solo unos pasos adelante encontramos la puerta del taller de Gianni, un pintoresco hombrecillo al que encontramos concentrado en su trabajo. Le explicamos el problema y nos transportò de nuevo al lugar donde habíamos dejado el auto. Un apaño con una simple brida sirvió para que el coche caminase a 10 km/h. Buena idea para llegar hasta Sicilia!! Quizà en un mes…..



En fin, como ya somos expertos corredores de Fòrmula 1 decidimos hacer una paradita en el “box” de Gianni, fiándonos de sus artes reparadoras, ¡¡que remedio!! No dependiendo de nosotros la solución al problema, decidimos dar un paseo por Ventimiglia ya que no debíamos volver al mecànico hasta la tarde. Lo primero era reponer fuerzas, aùn no habíamos desayunado asì que escogimos un bonito chiringuito junto al mar. Degustamos el primer café verdaderamente italiano del tour, acompañado de un fresco zumo de naranja y bollería recién hecha.  Tan solo a unos metros, el mar y un magnìfico y resplandeciente sol nos esperaban. Nos relajamos en la playa de piedrecitas disfrutando del sonido del agua y de la tranquilidad …. Y por qué no, un paseo por el casco antiguo del pueblo admirando las curiosidades expuestas en el escaparate del estanco, la estación ferroviaria, la zona comercial etc. Por supuesto, a la hora de comer buscamos una sombrita debajo de los àrboles del parque. Una vez màs unos de nuestros picnic acompañado de un gran torneo de Escoba-Scopa.    La hora de la verdad se aproximaba y retornamos sobre nuestros pasos cruzando el puente del rìo que separa la ciudad en dos, para llegar de nuevo al taller. Afortunadamente nuestro amigo Gianni había solucionado el problema, y se  preguntaba cómo era posible que estuviésemos realizando un tour de esa envergadura con un coche tan antiguo, en dudosas condiciones. Partimos con el objetivo de aproximarnos lo màs posible a Génova. Destino que debìamos posponer para la próxima jornada debido a que nos encontrábamos en avanzadas horas de la tarde de nuestro séptimo dìa de tour, a finales del caluroso mes de Julio. Deseábamos con locura encontrar un buen camping donde descansar. Pasamos por la ciudad de Savona, fotografiándola desde el coche debido al cansancio que nuestros cuerpos sentían a esas alturas del dìa.  En la carretera de nuevo vemos el ansiado letrero que indicaba una zona de acampada cercana. Tan pequeña era la entrada que casi pasò desapercibida. Dimos la vuelta en uno de los recodos de la carretera y decidimos acoplarnos al fin, en este terreno-camping alzado en un montículo junto al mar.  Después de preparar nuestra casita pòrtatil y de llenar los estómagos con una extraodinaria cena al aire libre bajo los àrboles, decidimos descubrir a pie los alrededores del camping. Rodeando el terreno llegamos a la ribera Ligure del mediterràneo y caminamos por el paseo marítimo que venìa con túnel incluido, hasta llegar a la playa donde una vez màs una fiesta veraniega amenizaba la noche. Retornamos a la tienda de campaña, damos las buenas noches a nuestros vecinos los gatos, y nos vamos a dormir sin percibir apenas que hemos pasado el primer dìa turístico en Italia…..