“Que baile compañero” – Argentina cae derrotada en Rosario

Creato il 15 dicembre 2012 da Calcioromantico @CalcioRomantico

Ser de Rosario es ser de una manera exagerada argentino.
 Se llegaba hasta las últimas consecuencias”
Jorge Valdano

Estadio de Newell’s Old Boys – El Coloso del Parque

[anche in italiano]

Para hablar de fútbol en Argentina no solo hay que centrarse en Buenos Aires y su dualidad Boca-River, existe otra ciudad donde el fútbol es la parte más importante de la vida cotidiana, esa ciudad es Rosario. Cuna de personajes ligados a la historia del fútbol argentino como Menotti o “El Trinche” Carlovich e ídolos actuales como Lionel Messi o Marcelo Bielsa. Rosario ha dado a la historia del fútbol muchas paginas gloriosas, su clásico esta considerado como uno de los partidos más fervientes del calendario futbolístico argentino, Rosario Central contra Newell’s Old Boys, o lo que es lo mismo, Che Guevara contra Maradona, Canallas contra Leprosos.

La página más gloriosa del fútbol rosarino nunca traspasó las fronteras argentinas, poco se sabe de este evento debido al ocultismo de la AFA y su intento de borrar esta humillante derrota.

En vistas al Mundial ’74 que se disputaría en Alemania meses más tarde, la selección argentina decidió jugar un partido de preparación en Rosario contra un combinado rosarino, equipo compuesto en su mayoría por jugadores de los dos grandes equipos de la ciudad el Central y Newell’s y un jugador rosarino olvidado por el paso del tiempo, el Trinche Carlovich que jugaba en el Central Córdoba (tercer equipo de la ciudad). Todos en ese partido querían verle contra la selección nacional, era una leyenda, el mismo Maradona al ser recibido en Rosario cuando fue presentado como nuevo jugador de Newell’s, un periodista dijo que era un honor tener al mejor jugador del mundo, y este respondió: “El mejor jugador del mundo ya ha jugado en Rosario, era un tal Carlovich”

El Flaco Menotti, entrenador de Argentina campeona del mundo en 1978, hablaba de un cierto “estilo rosarino” y ese día se fue su consolidación, el combinado rosarino “dio un baile”[1] a la selección nacional. Una noche en que toda Argentina vio como Rosario se convertía en el centro del futbolístico del país. Un fútbol elegante y estético, de posesión y juego colectivo, de ataque y técnico, pero sobre todo un trato exquisito al balón, así era el “estilo rosarino”.

Equipo de Rosario

 El 17 de abril de 1974 sería el día D para los habitantes de Rosario, 30.000 personas inundaron el estadio de Newell’s, el Coloso del Parque. Por primera vez dos aficiones enfrentadas se abrazaron y animaron juntas en el mismo escenario y al mismo equipo. Toda la ciudad vivió una jornada histórica.

Juan Carlos Montes entrenador del Newell’s, antes del partido dijo a sus jugadores “Bueno muchachos, hoy tenemos una gran ocasión de mostrar al país lo que es el fútbol rosarino. Lo único que les vamos a pedir es que se entreguen al máximo y jueguen el fútbol que más les gusta. Dejen fluir el potrero y no se preocupen tanto por la marca. Acá la obligación la tienen los otros, que son los mejores del país, así que no nos enloquezcamos y juguemos como más nos gusta”

El partido no podía comenzar mejor, el primer balón que tocó el Trinche lo convirtió en una obra de arte para quien lo vio, recibió el balón de Aimar, se plantó delante de Pancho Sá, defensa de Independiente, y le hizo un gran túnel, no contento con esto, se paró y cuando Sá se dio la vuelta le volvió a meter el balón entre las piernas, túnel de ida y vuelta que fue aplaudido por todo el estadio.

Comenzó el show rosarino, Kempes, quién más tarde seria campeón del mundo con Argentina en 1978,  sirve un balón a Jorge Gonzalez para marcar el primer gol del partido. Corría el minuto 25 y Carlovich levantó de nuevo al público cuando con un balón preciso, dio una asistencia de lujo al Mono Obberti para marcar el segundo. De nuevo sería Kempes quien enloquecería a los hinchas ya que a pocos minutos del final del primer tiempo batió a Santoro, guardameta de Independiente, y cerró el partido poniendo el 3-0 en el marcador. Carlovich estaba siendo la estrella del partido, hacia malabarismos con el balón, zafó a Brindisi con dos sombreros, pases precisos y asistencias de lujo.

Era solo el primer tiempo y la selección argentina estaba siendo humillada por un equipo de provincias. En los vestuarios tuvo lugar una airada discusión, en la que Cap, seleccionador argentino, enfurecido pedía calma al equipo de Rosario y exigió a Griguol y Montes que sacaran del campo al número 5, Carlovich.

Selección de Argentina presente al Mundial de Alemania de 1974

En el segundo tiempo el equipo de Rosario mantuvo el resultado y se tranquilizó, disfrutó jugando y deleitó a los presentes. La despedida del Trinche fue triunfal, un verdadero clamor popular acompañó a Carlovich en su salida del terreno de juego, temblaron los cimientos del Coloso. Desde ese momento hasta el final del partido solo destacó el gol de Cocco para Argentina, que maquilló un poco el resultado.

La ciudad de Rosario derrotó al combinado nacional de Argentina demostrando lo valioso que es su fútbol que tantos días de gloria ha dado al país y a la albiceleste.

Esa selección de Argentina no ganó más que un partido en el Mundial ’74. En la primera fase sumó una victoria, un empate y una derrota, clasificándose por delante de Italia gracias al mayor golaverage. En la segunda fase fue destruida 4-0 por la Holanda de Cruyff, perdió contra su rival histórico, Brasil y sumó un punto gracias al empate con la Alemania Democrática de Sparwasser.

Quizás Rosario lo hubieran hecho mejor.

Víctor

Ficha del partido:

ARGENTINA: Miguel Ángel Santoro (Independiente); Enrique Wolff (River Plate), Néstor Togneri (Estudiantes), Francisco Sá (Indepediente), Alberto Tarantini (Boca); Miguel Ángel Brindisi (Huracán), Roberto Telch (San Lorenzo), Aldo Pedro Poy (Rosario Central); René Houseman (Huracán), Osvaldo Potente (Boca), Daniel Bertoni (Independiente)

Cambios: Carlos Squeo (Racing) por Brindisi, Victorio Cocco (San Lorenzo) por Houseman, Rubén Cano (Atlanta) por Potente, Enrique Chazarreta (San Lorenzo) por Bertoni. Entrenador: Vladislao Cap

ROSARIO: Carlos Biasutto (RC); Jorge José González (RC), Pavoni (NOB), Capurro (NOB) y Mario Killer (RC); Carlos Aimar (RC), Tomás Felipe Carlovich (Central Córdoba) y Mario Zanabria (NOB), Sergio Robles (NOB), Alfredo Obberti (NOB) y Mario Kempes (RC). Cambios: Rebotaro (NOB) por González, José Berta (NOB) por Carlovich, Roberto Carril (RC) por Robles, Daniel Aricó (RC) por Obberti. Entrenador: Carlos Timoteo Griguol (RC) y Juan Carlos Montes (NOB)

GOLES: PT: González (Rosario), Obberti (Rosario), Kempes (Rosario); ST: Cocco (Argentina)

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ITALIANO

Essere di Rosario vuol dire essere in una maniera esagerata argentino.
 Fino alle estreme conseguenze”
Jorge Valdano

Per parlare di calcio in Argentina non è necessario concentrarsi su Buenos Aires e sulla dualità Boca-River, c’è un’altra possibilità, un’altra città dove il pallone è la parte più importante della vita quotidiana. Questa città è Rosario. Culla di personalità legate alla storia del football argentino come Menotti o “El Trinche” Carlovich e ídoli attuali come Lionel Messi o Marcelo Bielsa, Rosario ha dato al calcio molto e il suo derby in Argentina è considerato una delle partite più attese, Rosario Central contro Newell’s Old Boys, o, che è un po’ la stessa cosa, Che Guevara contro Maradona, Canallas contro Leprosos.

La pagina più gloriosa del football rosarino, però, non ha mai valicato le frontiere argentine: poco si sa di questo evento a causa della volontà dell’AFA di nascondere agli occhi del mondo una umiliante sconfitta patita dalla sua rappresentativa nazionale.

17 aprile 1974. In vista del Mondiale ’74 che si sarebbe disputato in Germania qualche mese dopo, la selezione argentina decise di giocare una partita di preparazione a Rosario contro una squadra composta in maggioranza da giocatori delle sue due grandi squadre della città, il Central e il Newell’s, e da un giocatore dimenticato col passar del tempo, el Trinche Carlovich, che giocava nel Central Córdoba, terzo club della città, e non aveva neanche l’ambizione di calcare campi più prestigiosi. Tutti in quella partita contro la nazionale avrebbero visto in azione questa autentica leggenda, ammirata dallo stesso Maradona che, al momento del suo arrivo al Newell’s, in risposta a un giornalista che gli disse che era un onore avere a Rosario il miglior giocatore del mondo, rispose:  “Il miglior giocatore del mondo ha già giocato a Rosario, era un tale Carlovich.”

Il Flaco Menotti, poi allenatore dell’Argentina campione del mondo nel 1978, parlava di un certo “stile rosarino”, che consisteva in un calcio elegante e bello, un calcio d’attacco estremamente tecnico, fatto di possesso di palla e gioco collettivo e, soprattutto, di tocchi deliziosi. E quello fu proprio il giorno in cui lo stile rosarino arrivò all’apice, il giorno in cui la squadra rosarina “dio un baile[1] alla selezione nazionale e l’Argentina tutta vide Rosario diventare il centro calcistico del paese.

La squadra di Rosario

Per gli abitanti di Rosario quel 17 aprile si presentava come il D-day. 30.000 persone inondarono lo stadio del Newell’s, el Coloso del Parque, per la prima volta i tifosi delle due fazioni si abbracciarono e insieme cominciarono a incitare la stessa squadra. Una giornata storica per tutta la città.

Juan Carlos Montes allenatore del Newell’s, prima dell’inizio disse ai suoi giocatori: “Bene ragazzi, oggi abbiamo una grande occasione per mostrare al paese cos’è il football rosarino. L’unica cosa che vi chiedo è di impegnarsi al massimo e di giocare il calcio che più vi piace. Divertitevi come se foste in un campetto e non preoccupatevi troppo delle marcature. Qui gli obblighi ce li hanno solo gli altri, che sono i migliori del paese, noi non dobbiamo impazzire e giochiamo come più ci piace”

La partita non poteva iniziare in modo migliore. Il primo pallone che el Trinche toccò si trasformò in un’opera d’arte per quelli che ebbero la fortuna di assistere: Carlovich ricevette il pallone da Aimar, si fermò davanti a Pancho Sà, difensore dell’Independiente, e gli fece un gran tunnel, non contento di questo, si bloccò di nuovo e quando Sà si girò, tornò a fargli passare il pallone in mezzo alle gambe, un tunnel de ida y vuelta che fu applaudito da tutto lo stadio.

Poco dopo cominciò lo show rosarino: Kempes, che quattro anni dopo sarebbe stato pedina fondamentale nella discussa Argentina campione del mondo, servì una palla a Jorge Gonzalez che segnò l’uno a zero. Poi al minuto 25 Carlovich fece di nuovo alzare tutto il pubblico quando con assist di lusso servì il Mono Obberti che realizzò così il secondo gol. Di nuovo Kempes fece impazzire i tifosi a pochi minuti dalla fine del tempo quando batté Santoro, portiere dell’Independiente, e mise al sicuro la partita. Carlovich, intanto, si stava ritagliando il ruolo di stella della partita, facendo giochi di prestigio col pallone, rifilando due sombreri a Brindisi, dettando passaggi precisi e assist al bacio.

l’Argentina presente al Mondiale 1974

Era solo il primo tempo e la nazionale argentina stava ricevendo un’umiliazione incredibile da una squadra di provincia. Negli spogliatoi ci fu una discussione molto accesa, in cui Cap, selezionare della albiceleste, infuriato chiese a quelli di Rosario di darsi una calmata e pretese da da Griguol y Montes l’uscita dal campo del numero 5, Carlovich.

Così nel secondo tempo la squadra di casa si limitò ad amministrare il risultato, a divertirsi giocando e a deliziare il pubblico presente. L’uscita dal campo del Trinche fu trionfo, un tributo da parte dei tifosi così forte che fece tremare il Coloso. Da quel momento l’unica da segnalare fu il gol di Cocco per l’Argentina, che truccò un po’ il risultato.

Anche la spedizione mondiale per la selezione argentina non fu felice. I biancocelesti vinsero una sola partita (contro Haiti) nella prima fase, in cui ottennero anche un pareggio e una sconfitta e si classificarono davanti all’Italia grazie alla miglior differenza reti. Poi nella seconda fase furono distrutti 4-0 dall’ Olanda di Cruijff, persero contro il loro rivale storico, il Brasile, e ottennero l’unico punto pareggiando con la Germania Est di Sparwasser.
Forse il Rosario sarebbe andato più lontano.

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[1]Titular del periódico Crónica – Jueves 18/04/74 “Que baile compañero”Titolo del Giornale Cronica, giovedì 18/04/1974


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