Que confusión… ¡¡será porqué te amo!!

De nuevo aquí, en frente a una pantalla luminosa que me excita y que al mismo tiempo temo, buscando las palabras que puedan dar voz a los días apenas “trottolados” en Madrid…

Madrid, Parque del Templo de Debod, fuente

Salen fuera preposiciones un poco confusas, en un idioma híbrido entre el che y el que, que fluyen y se acumulan, apiñándose una sobre la otra, como mi ropa llena de pelos de gato y con perfume a tabaco, que forman una extraña pirámide sin forma en la valija abierta a mi lado. Abierta pero no deshecha, todavía no, nos hacemos compañía mientras intentamos reacostumbrarnos. Ella volverá vacía y yo todavía más llena, especialmente de palabras inexpresables…
Tal vez debería hacer primero una sensata recapitulación mental, dividir por días y encasillar los recuerdos en categorias. Podría. Si, podría, como habría podido dividir las fotos del USB en carpetas, como habrái podido dividir la ropa sucia de la limpia en varios de los bolsillos con los cierres rotos de la aquí presente valija, como habría podido separar mi vida de aquí de la mía de allí.
Habria podido. El uso del pasado condicional excluye el uso del pasado normal, aquel afirmativo, aquel de los recuerdos y no de los “si”, y, en lo que a mi respecta, excluye también un eventual futuro. No creo de hecho que de repente excluya mis “habría podido”, sustituyéndolos con banales “he podido” o “pude”, en el fondo le stengo cariño, no son casuales, me dan la idea de que cualquier elección haya tomado habria podido ser distinta y llevarme por otro camino, habria podido plasmar mi existencia de manera totalmente distinta, habria podido… Esto significa entonces que también en el futuro tantas eleccione me podrían llevar hacia igualmente tantos caminos e igualmente tantas vidas.
No es otra cosa que mi pasión por la relatividad que me hace usar los condicionales.
Habría podido hacer el tan anhelado informe interior antes de empezar a repiquetear en el teclado pero no lo hice. Una vez alguno dijo que se trataba de una enfermedad, esto de no hacer nunca aquello que debería hacer para simplificarme las cosas: el compliquismo agudo también llamado quilombismo innato, confusión crónica, autoboicoteo, etc., etc. y muchos otros etcéteras.Excluido pues el resumen mental, a la espera de que las palabras hallen la secuencia exacta para cumplir con su deber de describir, sintetizar, esquematizar, y mamma mia que aburrimiento, resumo con una imagen la filosofía que me acompaña siempre y que en Madrid, desde la primera vez que puse un pie en el 2008, ha encontrado su más acabada y su menos acabada expresión, su razón de ser y de no ser, su eficacia y su inconclusión, quedando de todas formas en pie, digna, orgullosa de estar de parte de la razón, clara y pragmática, resonante y ambiciosa, simple e infinita, si, se trata una vez más de una frase, soy dependiente de las palabras, a este punto se habrá comprendido, y esta vez son tres:

Enjoy Every Moment - Malasaña, Madrid, Octobre 2012

P.D= Si vosotros hispanoparlantes quereís saber la razón italiana por la que el post se llama así ¡cliquear aqui!